De cierto

Es temprano en los huesos de los jóvenes que se dejan de helar,
los caminos de las sustancias están hechos como el disfraz de la primavera
en su temporal.
Las hienas piden mi cadáver que a su juicio es exquisito
y tus piernas que no piensan de tanto temblar.
El desierto esta rajado por el sol que lo desnudó,
la  boca esta partida sin hacerse gusto
ante tanto caníbal al acecho.
Qué es mar o es espejismo
es que a lo lejos no me reflejo con los latidos del corazón.
Unas palmas de remos para la arena,
así se despeja mi propio entierro.
Tu nariz no llora mas que moco vencido
y el inmortal viento pega en la frente.
Trae esperanzas pero es perverso.
No me voy a salvar si al aire se van mis consuelos.
Ahora tus trapos de fe no me van a rescatar.
Los antiguos castigos son canteros de lava
en las puertas del palacio de fuego.
Se sale mi piel como serpiente,
voy a devorarte así no ves mi muerte.
No hay dioses que estén a mi lado.
Roja la sangre que chorrea en tu cuello.
El velorio de los deseos se encierran con la sed
que es pareja a la necesidad.
Y el alma esquiva palabras, en silencio puedo contemplar
mi despedida en la soledad.
Rodeado de buitres que esperan quitarme todas las entrañas.
Sobrevivir es más caro en esta ocasión.
Y como las piedras al margen del calor,
miro mi suspiro antes de ser fértil a la esclavitud.
De cierto modo me verás renacer.

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