Chocolate en la frente

 Su frente chorreaba chocolate 

y para salvarlo tenía que lamer su rostro. 

Me ví siendo una lengua acariciando las bolas de un perro. 

Me ví perro paseado por humano: siendo salvado. 

Otra vez su frente salpicando chocolate

 y yo pasto envolviendo los soretes caninos.

Si me tiro un pedo me cago y así dejo de soñar. 

Me despierto con el envoltorio de un chocolate 

y mi boca dispuesta a tragar mierda. 

Su frente, en otra almohada.