El observatorio para ver morir a la ciudad es La
Terminal.
Y además pasa una moto sin luces.
Los camiones en la banquina todavía no se anuncian en el amanecer.
Y además alguien tira un baldazo en una estación de
servicio.
Las almas eternas de algunos conocidos reciben a los
pasajeros que llegan.
Y además hay algunos que se van.
Para no volver.
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