SIERVO

Arenosa piel del desierto crujiente
Escamadas de antílope anticuado
Veo verter el agua desde tus espinas 
Doradas las vértices encontradas
Palmeras que abrigan en sombra
La desesperación desplomada del sol
La manzana que libera el pensamiento En contra de la buena voluntad lechosa     

¡Oh Señora en su secreto encontré!
La limosna de los santos pecadores

Entonces caeré en las súplicas disfrazadas 
Para prometer las culpas liberadoras
El placer de saciar la inconsistencia sedienta
La víbora del cambio radical 
Seré buena o mala persona ya lo sé 
Seré profeta en tierras lejanas 
Y volveré hijo pródigo al lugar
donde alguien navega en tentaciones 
esperando a ser rescatado.


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