Cuarto blanco

Las horas vacías en la puerta del sol,
abiertas de par en par
nos dejan desnudos y quemándonos.
Vagando y buscando la sombra
en la habitación.
Las paredes en blanco,
nos dejan extraños como ayer.
Sentirse profeta de la desolación.
Anticiparse a hechos que nos han de demoler.
Una y otra vez.
Serpientes con formas humanas hoy nos hacen mal,
raros conserjes de la libertad.
La soledad en las sabanas que no visitas.
Somos distintos y eso está bien.
Retumban los ecos del humo y pulmón.
Se pasan las drogas en la viveza actual.
Los signos perdidos por índices no perfeccionados.
Respirar recuerdos antes de tirarlos
al vacío de la expectación.
Hay pensamientos que se van
y se van como el viento de mañana,
frente a tu frente, mientras yo…
estoy en absurda conclusión.
De pensar en lo que fue,
lo que puedo ser también,
y no muero si no espero
aunque no lo logre entender.
¿Qué voy hacer ahora?
Si ya exploté.
Siguen pasando las horas,
me voy a enloquecer.
A enloquecer.
Me voy a enloquecer.





la última parte es de Cuarto noche, una hermosa canción que hizo el Mapache hace mucho tiempo atrás, de ahí también la chispa de esta poesía..

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