Y toda la gente que se va entre otros que se escapan. Los perdidos ya olvidados y los encontrados valorados. Las coincidencias que se cruzan en historias similares, la gente indiferente que se cree diferente.
Cuantos llantos en la quiebra por pasar de conocidos a desconocidos, del para siempre al nunca más.
Cuantos se van pero cuantos vuelven, cuantos se hacen populares, cuantos extraños sin extrañar.
Como se le escapó la idea a Franco Bagnato de inventar Facebook.
Distancias que denotan extrañar sin querer, mínimas cosas exaltadas por faltar. Los maduros en madurar de chicos no son los tranquilitos que se callan la boca, sino quienes se exaltan para que no vuelva a pasar.
Los que vienen para quedarse, se quedan y cuando pueden se siguen quedando.
Yo conozco a los sobrevivientes del celular, respiran mejor que nadie y son los mas sorprendidos a los encuentros.
¡Yo no sabía!
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