Podés mirarte en el espejo roto y clavarte los pedazos en el corazón
Buscar las posibilidades más absurdas y quedarte convencido
Quedarte llorando en una mañana soleada, regalando lágrimas a la sombra de la culpa
Seguir esperando a un amigo que nunca va a llegar
Rogando más tiempo con las venas abiertas de la desolación
Ahogarte en un vaso de agua después de una resaca interminable
Suicidarte